Salvador Dali Caballo Blanco - la tentación de San Antonio - Salvador Dalí
Caballo blanco de largas patas, alejándose del cuadro de la Tentación de San Antonio (1946) de Salvador Dalí. El caballo tiene 19,5 cm de altura. Material: resina sintética de calidad coleccionista, pintada a mano. En una caja de regalo con un folleto.
- Plazo de entrega:
- 3 - 5 días (Europe)
Caballo Blanco - La Tentación - Dalí
Caballo blanco de cría con patas largas, huyendo del cuadro de la Tentación de San Antonio (1946) de Salvador Dalí. El caballo tiene detalles pintados a mano en acabado mate y brillante.
Esta réplica es de la Colección 3D del Ratón Parastón y es una pieza de coleccionista muy buscada y de alta calidad. Está hecho de resina sintética de calidad coleccionista. Esta réplica tiene un valor de coleccionista.
- Longitud: 19,5 cm
- Material: resina sintética de calidad coleccionista
- Empaquetado en una caja de regalo con dos tarjetas a todo color sobre la obra de arte y el artista con una foto de la obra de arte original y una tarjeta con la descripción del artista y la obra de arte. Ambas tarjetas son cuadrilingües
Información adicional
Caballo de la Tentación de San Antonio (1946) de Salvador Dalí. Después de la Segunda Guerra Mundial, Dalí se convirtió, por su propia cuenta, al misticismo. El comienzo de la Era Atómica influyó fuertemente en su pensamiento y dio lugar a una fuerte base espiritual para sus pinturas, que realizó con gran aprecio por el arte clásico de la pintura. La tentación de San Antonio se originó a partir de un concurso de carteles de cine. Muestra el misticismo nuclear de Dalí en toda su fiereza. Un Antonio desnudo protege a un espantoso caballo de montar con una espada, que, parada en piernas tan delgadas como un gasa, desafía las leyes de la gravedad. El Santo trata de no dejarse seducir por las tentaciones terrenales, simbolizadas por el caballo como símbolo de poder, seguido por elefantes casi flotantes que llevan en sus espaldas símbolos de lujuria y codicia. Aquí Dalí encaja con el tema de un pintor clásico, que antes fue utilizado por los pintores Bosch y Breugel, los predecesores surrealistas de Dalí. Dalí, sin embargo, dejó que las espantosas tentaciones actuaran en un mundo alienante entre el cielo y la tierra. Sin embargo, esta "levitación" reaparecerá más tarde frecuentemente como tema en su obra.
